En el Parque Natural de la Sierra Calderona, Valencia, se asienta Serra, una localidad pionera en la gestión de residuos verdes usados como combustible para la calefacción de edificios públicos. Con una inversión inicial de 80.000 euros, esta actuación ha supuesto para el ayuntamiento un ahorro de más de 160.000 euros en cuatro años, evitando la emisión de unas 100 toneladas de CO2. Además, se han creado varios empleos y se ha logrado proteger 490 hectáreas forestales con elevado riesgo de incendio.
El municipio de Serra es una población de montaña, con poco más de 3.300 habitantes, asentada en la comarca Camp de Túria. El 95% de su término municipal se encuentra dentro del ámbito de Sierra Calderona, tristemente conocida por los incendios que en el verano de 2012 arrasaron más de 5.600 hectáreas. El 85% del territorio de Serra corresponde a suelo forestal.
Con estos antecedentes, a nadie le extraña que en 2011, los gastos de gestión de residuos verdes supusieran para el Ayuntamiento la cantidad de 90.000 euros. La necesidad, por un lado, de proteger su entorno y, por otra, de reducir dichos costes, llevó a la administración local a aprobar un proyecto de biomasa que se ha convertido en un modelo de economía sostenible en su comarca y ha traspasado fronteras, atrayendo el interés de la misma Comisión Europea.
El proyecto consiste en la reconversión de residuos de labores de jardinería, agricultura y, sobre todo, forestal, en pellets para ser utilizados como combustible en sistemas de calefacción de instalaciones municipales, en concreto, la guardería y las oficinas consistoriales.
En primer lugar se proyectó la sustitución de las tradicionales fuentes de calor alimentadas mediante energía eléctrica por sistemas de calefacción por calderas de biomasa y circuitos de agua caliente y radiadores. Paralelamente había que lograr la reconversión del residuo verde a un combustible energéticamente aprovechable con el menor coste posible para el municipio.
La sustitución se efectuó en dos etapas. La primera afectó a la guardería municipal. Para llevarla a cabo, hizo falta adquirir una astilladora autónoma dotada de un motor diésel de 60 CV, con capacidad para triturar troncos de hasta 25 cm de diámetro. A continuación se instaló un sistema de calefacción mediante circuitos de agua caliente y radiadores, alimentados por una caldera de biomasa de 35 kW policombustible.
Al final del primer invierno de funcionamiento de esta fase, el ayuntamiento obtuvo un ahorro total en gestión de residuos y facturación eléctrica de más de 19.000 euros.
En la segunda etapa del proyecto, se actuó en las instalaciones del edificio consistorial. En este momento la dirección local dedició mejorar el proceso de producción de combustible mediante la la adquisición de un molino de finos y una peletizadora, con una capacidad de producción de 100 kg/h de pellet.
Las oficinas del ayuntamiento fueron dotadas de un sistema de radiadores alimentado mediante circuito de agua caliente y caldera de biomasa de 65 kW, también policombustible.
Según el ingeniero municipal Juan José Mayans e impulsor del programa, el balance final del proyecto tras sus cuatro primeros años de funcionamiento es que permite un ahorro total anual en gestión de residuos y en facturación eléctrica de más de 41.000 euros al año, con un ahorro económico total para el municipio de 164.000 euros y una reducción total de emisiones de CO2 de 100.000 kg. Además, el modelo Serra contribuye a la reducción del riesgo de incendios forestales y favorece la generación de empleo indirecto asociado al proyecto.
Otra de las virtudes de este proyecto es su replicabilidad, ya que es extrapolable a otros municipios con similares necesidades de gestión de residuos verdes.
El proyecto de gestión de biomasa continúa su evolución mediante la introducción de mejoras en el proceso de producción de pellet con la adquisición de nueva maquinaria. En julio, se incorporó a la planta una línea de peletizado industrial capaz de producir 800 toneladas anuales de pellets.
De cara al futuro, se pretende crear un implantar un District Heating público con nuevas calderas y estufas de biomasa que suministren calefacción a viviendas y empresas locales.
Se está estudiando también la posibilidad de incorporar un sistema de refrigeración por absorción simple cuya fase de evaporación es calentada por combustión de biomasa.
Por último, Serra está buscando la implicación de municipios vecinos de Sierra Calderona con el objetivo de hacer crecer el proyecto a nivel supra-municipal.